Valencia

LEVANTE UD – REAL MADRID CF

 

La mejor versión de la capital del Turia la encontramos en cualquiera de esos días, tan abundantes a lo largo del año, en los que su cielo azul brilla con tanta fuerza que parece que ilumine al Sol. Tras ellos, la ciudad queda impregnada bajo ese aroma mediterráneo que de una forma u otra acaba calando en todos sus habitantes. Dicho lo cual, finales de septiembre y octubre suele ser época de la llamada “gota fría” (todo el mundo puede deducir fácilmente su significado), por lo que todo lo expuesto en el párrafo anterior quedaría por confirmar en otra ocasión para el visitante neófito.

 

Lo primero que recomendaría visitar es el centro histórico, y es aquí donde encontramos una de las ventajas que ofrece la ciudad a pesar de su tamaño: en un par de horas (máximo), a un ritmo muy tranquilo y con alguna parada para repostar, podremos afirmar que conocemos los principales monumentos/lugares de la ciudad.

 

Un buen punto de partida serían las llamadas Torres de Serranos, una de las doce puertas que custodiaban la vetusta muralla cristiana de la ciudad, y que está situada junto al antiguo cauce del río Turia. Atravesando las Torres y tomando la calle Serranos, nos adentramos en el famoso barrio del Carmen, en cuyas calles se mezclan grandes dosis de historia, cultura, ocio, gastronomía y diversión. Al final de Serranos, y casi sin quererlo, llegamos a la calle Caballeros, principal eje vertebrador del barrio, y desde la cual ya podemos visualizar la plaza de la Virgen, uno de los emblemas de la ciudad. Una vez allí, entrar a la Basílica es casi una obligación. Sin temor a pérdida alguna tomaremos la estrecha calle del Miguelete para dirigirnos hacia la plaza de la Reina, cuya primera parada es la Catedral, de estilo gótico, y la torre del Miguelete, la cual ofrece unas magníficas vistas de la ciudad a quien esté dispuesto a subir 207 escalones. Vale la pena darle la vuelta a la plaza para buscar las diversas vistas, aunque inevitablemente la ciudad nos empujará (quizá aquí una buena parada sería en el rincón de Santa Catalina para tomar una horchata) hacia la calle San Vicente, a través de la que conectaremos con la señorial plaza del Ayuntamiento, para terminar desembocando finalmente en la maravillosa estación del Norte, cuya vista frontal es ciertamente encantadora. Cabe destacar, una vez marcado el camino, que lugares como la plaza Redonda, el mercado Central y la Lonja son de obligada visita, y que aunque no se encuentran en el mismo camino que he tratado de perfilar, sí lo están muy cerca (a partir de la calle San Vicente), y no debería de suponer ningún problema su localización, más si cabe con la ayuda de la tecnología en forma de Smartphone. Sólo añadir que cualquier lugar a lo largo del recorrido puede ser bueno para tomar una cerveza, y que para comer (al ser el partido a las cuatro no sé si será precipitado hacerlo por esta zona), mi recomendación es cualquier restaurante de la calle Roteros (al lado de las Torres de Serrano), en especial El Aplec.

 

Artes

Una vez destripado lo principal de la ciudad, si disponen de tiempo suficiente, la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias les dará una buena imagen de la Valencia moderna. Además, su emplazamiento en pleno jardín del antiguo cauce del Turia hace que su acceso a pie sea un auténtico placer. Por último, y cómo no, el tercer punto en discordia es la zona del puerto; Valencia, como buena ciudad mediterránea, es una ciudad muy arraigada al mar, y aunque esta parte quede algo lejana al centro, no deja de ser uno de sus ejes principales. El paseo de la Malvarrosa, con sus terrazas y restaurantes junto con todo el complejo de la Copa América son dos lugares obligatorios para todo aquel que quiera asomarse al Mediterráneo.

 

El Estadio Ciudad de Valencia se encuentra en el barrio de Orriols, situado al norte de la ciudad y prácticamente pegado a la huerta. Tomando como punto de partida las Torres de Serranos, la distancia que nos separa del campo es de poco más de dos kilómetros, siendo el tranvía (desde Pont de Fusta y con un enlace) y el metro (desde Alameda) las mejores opciones de transporte. Para los que vayan con su vehículo particular no debería ser demasiado complicado encontrar aparcamiento, siempre que se llegue con un poco de tiempo, eso sí. En cuanto a zonas “antimadridistas” a evitar, casi me atrevería a decir que no hay ninguna; la afición es tranquila y sólo cuenta con una treintena de ultras (fui socio hace dos temporadas y apenas eran visibles en la grada) que según tengo entendido jamás han protagonizado ningún incidente significativo. El Levante es el equipo pequeño y humilde de la ciudad (no hace tanto tiempo de su periplo por la 2ªB), y aunque en el último lustro se ha afianzado como equipo de primera, con el consiguiente incremento de su masa social, sigue siendo el hijo pobre de la ciudad que vive a la sombra del ahora tan renovado Valencia CF. Sin lugar a dudas, y lo pude comprobar hace dos temporadas en primera persona, el partido fuerte, a cara de perro, el que de verdad “enciende” a todo levantinista, es el derby de la capital. Eso sí, el Madrid viene inmediatamente después. Y todo surgió a raíz de una eliminatoria de Copa en el primer año de Mourinho en la que hubo cierto pique entre algunos jugadores, y que como no podía ser de otra forma fue aprovechado por la prensa local para continuar echando gasolina a la vieja fobia antimadridista que nació tras el fichaje de Mijatovic, hace casi veinte años.

ciutat

Casualidad o no, nuestras tres siguientes visitas fueron partidos durísimos, 1-0 (liga de los cien puntos), 1-2 (codazo a Ronaldo) y 2-3 (remontada en el descuento), por lo que esperemos que este año disfrutemos de un encuentro más calmado que los últimos precedentes. No es mucho pedir…

 

@KikoVeniel

 

 

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