1. En el derbi disputado ayer quedó fehacientemente demostrada la viabilidad de una auténtica Grada de Animación exclusivamente madridista, y por lo tanto apolítica y abierta a la participación de todos nosotros, sin exclusiones de ningún tipo. Vimos una Grada cuyo estatuto lo dicta el único actor válido para establecerlo, el Real Madrid, y cuya animación se decide y conviene por sus miembros de forma consensuada, con sujeción a ese estatuto.
Muchos han tratado de evitar que los madridistas pudieran llegar a ver algo como lo de ayer. Se han producido toda clase de turbios manejos y siniestras interferencias subterráneas, asociados por debajo del tablero al medio de comunicación más antimadridista que existe. Nos han hecho daño, es verdad, a aquellos de nosotros que hemos estado personalmente más involucrados con el proyecto. Bien, ahí queden con tal “logro”. Para lo importante, la historia les ha reservado el fracaso.
Frente a este grupo, muchos más madridistas, desde su conciencia individual, nos han dado ánimos, nos han recordado que esperaban que lo hiciéramos posible y que les repugnaba el linchamiento al que en la redes sociales y en otros espacios estábamos cotidianamente sometidos. Para ellos nuestro cariño y nuestro agradecimiento, y sobre todo nuestro compromiso con el proyecto.
Desde hace tiempo nos hemos fijado como meta demostrar que otro Bernabéu es posible. Y ese Estadio al que los madridistas de corazón y de inteligencia aspiramos, tan alejado de la actitud de cliente engreído como de la caspa y el cutrerío torero, nacerá a partir de una animación como la que el derbi de ayer demostró que puede existir y está en vías de conseguirse.
Ayer, más de 200 socios de Primavera Blanca animaron entusiastamente al equipo junto con los otros integrantes de la Grada. Y lo hicieron legal y legítimamente, porque su asociación supo ver que el concepto de grada coincidía con su concepto de madridismo sin exclusiones, y decidió participar en un proceso abierto a cualquier otra organización reconocida por el Club.
Lo hicieron también sabiendo respetar la callada protesta de antiguos abonados de la extinta Grada Joven, expresada con el silencio de los siete primeros minutos del partido. Esto a pesar de que dicha protesta no había sido pactada en la reunión celebrada el día anterior, y sólo se tuvo conocimiento de la misma una hora antes del partido.
2. Nuestro compromiso con el proyecto de Grada de Animación es absoluto y va a continuar hasta que se consolide de la única forma posible: con la ampliación de la Grada. No obstante, deseamos puntualizar las siguientes cuestiones:
2.1. En primer lugar, reafirmando lo expresado en nuestros comunicados 18 y 20, Primavera Blanca apoya el planteamiento de los antiguos abonados de la extinta Grada Joven que desean participar en la Grada de Animación aceptando lealmente sus normas y sobre los que no exista reparo vinculado a la protección de la seguridad pública. Llamamos al Club a dar los pasos necesarios para integrar en la Grada con la máxima diligencia a cuantos de ellos sea factible, haciendo uso correcto de la excepción a la norma de edad máxima. Ayer dirigió la Grada un socio que responde a ese perfil.
2.2. En segundo lugar, creemos que los hechos han demostrado que existe una demanda amplísima de participación en la animación a nuestro equipo, en las presentes condiciones de apertura a todos los madridistas de cualquier raza, credo y opinión política, que excede con mucho la actual capacidad de la Grada.
Estamos de acuerdo con el procedimiento definido por el Club de asignar a los aspirantes cuyas solicitudes no han podido ser atendidas las cesiones al Club de Entradas Electrónicas de Animación que se produzcan por la imposibilidad de asistencia a los partidos.
Nos parecen un acierto reseñable, también, el precio de la entrada por partido, y la intervención del Comité de Grada en la asignación para cada encuentro, a efectos de garantizar la neutralidad del criterio empleado. Este sistema permitirá que la Grada esté siempre a su aforo completo, y sobre todo, asegurar que quienes entran en ella han demostrado su previo compromiso con la animación.
No obstante, reiteramos que el aforo actual es totalmente insuficiente. Debe ser el buen funcionamiento de la propia Grada el mayor elemento de presión a favor de que se amplíe. Todos los integrantes de la Grada deben asumir el compromiso que tienen con los aspirantes que no han podido acceder esta temporada. Entre todos debemos conseguir que el Club amplíe el espacio de animación al menos hasta 1250 localidades el próximo curso.
El final del camino debe ser un espacio de animación que ocupe de córner a córner toda la Grada del Fondo Sur. Sólo así, nuestro equipo tendrá la animación que merece.
3. Es digna de mención la ejemplar dedicación que durante el proceso de constitución de la nueva grada ha desempeñado el Área Social del Real Madrid, particularmente su responsable D. José Luis Sánchez, afrontado con decidida voluntad las dificultades inherentes a la misma. Idéntico reconocimiento nos merece la labor del Director del Gabinete del Presidente, D. Manuel Redondo, y de otros empleados del Club. Confiamos que abordarán decididamente la perspectiva de ampliación de la grada.
Debemos lamentar, sin embargo, el déficit de comunicación del Club a lo largo de todo el proceso. Suponemos que el Presidente habrá tomado buena nota de la diferencia de tratamiento mediático, en relación con situaciones similares ocurridas en otros clubes.
En Primavera Blanca conocemos las graves razones que aconsejaron al Club emprender, en mitad de la temporada, la constitución de la nueva Grada de Animación, pero sólo hemos tenido noticia fragmentaria de las gestiones habidas con abonados o con distintos representantes de la extinta Grada Joven. Somos conscientes de las dificultades para comunicarlas. Pero la ausencia de cualquier tipo de explicaciones institucionales ha bloqueado la posibilidad de difusión de nuestras propias actuaciones, para evitar que se interpretaran como del Club o que se pretendieran confundir maliciosamente con ellas.
Esto nos llevó a renunciar a la participación en cuantos medios de comunicación hemos sido requeridos, auto-privándonos de explicar que tan sólo éramos unos participantes más en un proceso liderado por el club, para rebatir las disparatadas hipótesis a las que han dado pábulo los medios más antimadridistas sobre la responsabilidad de directivos nuestros en la organización de la nueva grada.
4. De este déficit de comunicación institucional se han aprovechado oportunistas de toda laya, bien para beneficio de sus negocios, bien para ajustarnos cuentas que no sabíamos pendientes, bien para tratar de avanzar en sus delirantes aspiraciones. Han interferido de mala fe en cualquier intento de entendimiento entre los antiguos abonados de la extinta Grada Joven y los participantes en la nueva Grada de Animación.
No es nuestra costumbre particularizar, pero algunas de estas actuaciones han desbordado todos los límites de la buena fe, por lo que en esta ocasión hemos decidido resaltar la actuación de Miguel Hernández Queipo, antiguo redactor de As y administrador del portal soymadridista.com. Este periodista ha dedicado toda clase de esfuerzos a hacer fracasar la Grada de Animación, más o menos torpes, pero siempre clandestinos, para que el Club no fuera consciente de que estaba torpedeando su actuación. Y deploramos especialmente el haber utilizado la Tribuna de prensa del Estadio Santiago Bernabéu para difundir la infecta especie de que Primavera Blanca había cobrado diez mil euros del Club y se había lucrado con la reventa de las entradas nominativas gratuitas del partido contra el Celta.
5. Si participar en este cambio determinante para el futuro del Estadio hubiera exigido perder nuestra independencia, nunca habríamos dado tal paso. Pero nosotros sabemos -como hemos demostrado con otras actuaciones durante este proceso- que nada entregábamos de nuestra libertad de crítica. Y sin embargo, no apoyar las iniciativas y proyectos del Club que coinciden con nuestro propio programa, más que perder la independencia, habría supuesto perder el sentido común.
UN SOLO GRITO: ¡HALA MADRID!
